Descripción
Con la caída de Napoleón, la compañía británica de las Indias Orientales pudo ejercer su comercio sin problemas, desde el cabo de Buena Esperanza hasta los mercados de Cantón. La India continuó como centro de una red imperial en crecimiento, y las corrientes comerciales del imperio fluían a través de sus puertos, uniendo el lejano oriente con los mercados europeos y permitiendo el control británico de las vastas riquezas del subcontinente. Sin embargo, la “joya de la corona” del imperio estaba lejos de estar segura.
A través de los bosques de Siberia y de las estepas de Asia, el imperio ruso avanzaba a un ritmo que superaba incluso el de los colonos occidentales de América. Este expansionismo de la nación más grande del mundo amenazaba las posesiones británicas en la India, arrojando una sombra más larga cada año. En Asia central, técnicos, aventureros, industriales y agentes del gobierno cruzaron sus caminos, todos en busca del control del ambiente político bizantino de la región. Ahí, a la sombra de las montañas del Pamir, se estableció el escenario para una disputa que definiría las líneas del imperialismo del siglo XIX hasta nuestros días.
En “Pax Pamir (Segunda edición)”, de uno a cinco jugadores asumen el papel de líderes tribales afganos navegando al viento de las potencias coloniales. Una generación antes, darse cuenta de estas ambiciones podría haber sido un asunto sencillo para los jugadores. Sin embargo, a principios del siglo XIX, los grandes imperios de la época habían comenzado a desorganizar el orden político anterior.
En este juego de mesa los jugadores siempre estarán alineados con uno de los tres imperios en el juego (británico, ruso o afgano), pero estas lealtades pueden cambiar. La partida acaba cuando uno de estos imperios consigue la supremacía en la región. Si esto ocurre, el jugador con más influencia en ese imperio gana.
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